En Gestión y Calor consideramos que el concepto ‘innovación social’ debe impregnar a una empresa en todos sus ámbitos, integrándolo como un elemento que la define y posiciona hacia el futuro. La empresa como una generadora de activos y beneficios para la sociedad, más allá de los parámetros estrictamente económicos o empresariales. En este sentido, la apuesta que llevamos a cabo desde Gestión y Calor, de forma permanente y estable, de apoyo a diferentes manifestaciones deportivas y entidades sin ánimo de lucro que se caracterizan por su solidaridad, trabajo, rigor y fomento de valores, no deja de ser más que la manera más tangible y concreta de expresar el espíritu de nuestra empresa.
Hablamos de una cultura del esfuerzo y del empeño por ser mejores cada día. Hablamos de potenciar la colectividad, al equipo, por encima de las individualidades. Hablamos de aprender, de estimular las capacidades de cada cual para buscar lo mejor de nosotros mismos. Hablamos de valores, de competir desde el respeto, tanto a los adversarios como a los propios compañeros. Hablamos de asumir y entender el deporte como un ámbito esencial de construcción y desarrollo personal, que nos hace crecer como seres humanos, especialmente en las edades más tempranas.
Por tanto, entendemos el deporte y a quienes lo practican, en cualquiera de sus expresiones y modalidades, así como a quienes desarrollan acciones solidarias sin ningún ánimo de lucro, como una riqueza de nuestra sociedad, a la que no podemos ni debemos renunciar, además como ejemplos de modelos a adoptar.
Esta creencia se suma a la predisposición de Gestión y Calor por establecer vínculos de cooperación, complicidad, con las entidades deportivas y solidarias que son ejemplo y referencia por su trabajo, compromiso y trayectoria. Tanto nuestros equipos femeninos de Gestión y Calor Cordobasket y Adecor Voleibol, o los jovencísimos jugadores de Apademar o de la Asociación Deportiva Los Mares, o la solidez de Ciudad Jardín-Los Califas, o la versatilidad del Gestión y Calor Córdoba de Fútbol Playa, o las escuelas de Fútbol de Javi Flores y Antonio Casas, que son la puerta de entrada de tantos niños al deporte, o la excelencia del Córdoba Patrimonio de la Humanidad, en la élite del fútbol sala nacional, son ejemplos de esos valores y beneficios que nos reporta el deporte.
Valores que también encontramos en la acción solidaria, como la que realizan el Colectivo Cocinillas CCF y la Peña Cordobamanía, a favor de los más necesitados, o la encomiable labor de la Asociación ASANOL, que presta apoyo a las personas que padecen la atrofia del nervio óptico de Leber, así como a sus familiares. En estos años, desde el convencimiento de que la cultura nos hace mejores, hemos desarrollado algunas experiencias en la que se fusionan deporte y creatividad. Y así hemos publicado «Córdoba Futsal», «Benditas Locuras» y «Sueños Cumplidos», un homenaje al prestigioso club cordobés, y más recientemente «¿Y tu Córdoba, qué?», que cabe entenderse como una antología emocional y deportiva del Córdoba Club de fútbol, y que ha contado con un grupo de insignes aficionados, en un intento por dar cabida a todas las sensibilidades.
Consideramos todas las propuestas anteriormente expuestas como ejemplos y referencias que nos trazan el camino a seguir, que nos aportan luz y conciencia social, en esa tabla de resultados que no se cuantifica con dinero, tampoco con partidos ganados, y sí con tener una percepción de pertenencia a una sociedad que entre todos, si nos ponemos a ello, podemos conseguir que sea un lugar mejor.
Asociación de Atrofia del Nervio Óptico de Léber